Se
entiende como promoción de la salud en el trabajo integrar los esfuerzos de los
empresarios, los trabajadores y la sociedad para mejorar la salud y el
bienestar de las personas en el lugar de trabajo.
Es
importante tener los conceptos para distinguir que actividades forman parte de
la prevención de riesgos laborales y cuales de la promoción de la salud, ademas
es frecuente u recomendable que la gestión de la promoción de la salud se
realice en forma integrada con la gestión de la prevención de los riesgos
laborales.
La salud,
la seguridad y el bienestar de los trabajadores tienen una gran importancia no
tan sólo para los propios trabajadores y sus familias, sino también para las
empresas que ven aumentar su productividad y competitividad.
Los
factores que determinan nuestra salud son múltiples y pertenecen a varias
etapas, desde la individual (genética, sexo, edad, hábitos de vida) a la
ambiental (condiciones de vida y trabajo), así como a las condiciones sociales,
económicas y culturales. Es responsabilidad de todos lograr la mejor salud
posible para la persona y el colectivo desde el conocimiento y los cambios
personales, pero también desde la creación de entornos de trabajo seguros y
saludables. Las intervenciones en la empresa pueden contribuir a esa mejor
salud, tanto para sus propios trabajadores como para sus familias y la
comunidad.
El
trabajador, la empresa y la sociedad comparten la responsabilidad de lograr la
mejor salud posible desde el conocimiento y los cambios personales hasta la
creación de entornos seguros y saludables.
¿En qué
consiste?
La
Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo es todo aquello que la
empresa puede poner a disposición de la población trabajadora, a través de
actuaciones voluntarias para que mantengan o, incluso, mejoren su salud.
Estas
actuaciones incluyen no tan sólo soporte y ayuda para crear ciertos
hábitos de vida saludables sino también, por ejemplo, para gestionar su vuelta
al trabajo en las mejores condiciones, en el caso de Incidente, Accidente de
Trabajo y/o Enfermedad Laboral; el seguimiento de las enfermedades crónicas que
los trabajadores puedan presentar y el refuerzo para un buen seguimiento del
tratamiento; la creación de un entorno de trabajo que facilite las elecciones
saludables y la adaptación del mismo a las posibles limitaciones individuales;
o la realización de pruebas médicas adicionales y voluntarias en los
reconocimientos periódicos.
No se
puede olvidar, sin embargo, que estas actuaciones pueden ser necesarias
para contrarrestar ciertos efectos de las condiciones de trabajo sobre las
personas, que no siendo consideradas de origen laboral, radican en parte en
dichas condiciones de trabajo.
Consejos
prácticos
- Los efectos sobre la salud de la mayoría de factores aparecen al
cabo del tiempo: lo que hacemos hoy repercute en nuestra calidad de vida
cuando seamos mayores.
- En cualquier actividad, acción o momento hemos de preguntarnos si
lo estamos haciendo bien desde el punto de vista de “nuestra salud”.
- Deberíamos escoger siempre la solución saludable, aunque requiera
un esfuerzo.
- Cuidarse
no siempre es caro. Ante todo, se trata de “querer” cuidarse y de buscar
“cómo” cuidarse.
¿Y en
casa? (o en tu tiempo libre)
Unos
buenos hábitos de vida en la infancia y adolescencia, y entornos seguros y
saludables en casa, en la escuela y en la comunidad, favorecen una buena salud
en la edad adulta y una buena calidad de vida en la vejez.
¿Sobre
qué podemos actuar?:
- En la actividad física.
- En la alimentación.
- En la salud buco-dental.
- En la seguridad vial.
- En el sueño.
- Mostrando a nuestros hijos e hijas las conductas saludables.
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